Se ha presentado recientemente el nuevo calendario de bomberos de Bilbao.
Un año más estos servidores públicos se prestan o mejor dicho, prestan su “cuerpo” con varios objetivos. Uno, conseguir fondos para las Olimpiadas de Policías y Bomberos 2015 y el otro hacer una donación al Banco de Alimentos.
Lo deportivo siempre se asocia con “valores positivos” como sacrificio, compañerismo, afán de superación, etc; aunque conseguir fondos para acudir a unas Olimpiadas más parece que tenga que ver con lograr que el coste personal no sea tan elevado. Ahora bien, si esto se compagina con el intachable objetivo de donar fondos a una organización sin ánimo de lucro se disipa cualquier sombra de duda que hubiese sobre éstos.”
Sin embargo el prestigioso Cuerpo de Bomberos de Bilbao solo presta “un tipo de Cuerpo”. El mismo que el sistema capitalista en el que vivimos presenta y potencia como modelo de belleza masculina. (simetría, musculatura y delgadez). AsÍ es. A través de la publicidad y los medios de comunicación nos presentan por activa y por pasiva un cánon de belleza que se encuentra muy lejos de la realidad. No es casual. El lejano ideal de belleza, estratégicamente asociado a la idea de felicidad, a la que todos aspiramos, mueve un mercado que es difícil de cuantificar.
A los miles de productos cosméticos que nos “acercan” a nuestro ideal se suman los ingentes tratamientos para combatir la obesidad que con dudosa eficacia nos vacían los bolsillos con la promesa de felicidad en forma de vientre plano. Reforzamos el mensaje disfrazándolo de salud y llenamos gimnasios (la última moda son los gimnasios chic) ropa deportiva y un sinfín de productos “sanos” que lo complementan.
Para los casos más extremos está la cirugía que lo mismo tapona y reduce estómagos que disfraza los años despojándonos de nuestra verdadera identidad y sumando la frustración ante unos referentes que no envejecen.
Incluso hay quienes no pueden soportar la lejanía del ideal perdiendo la perspectiva y la salud por ello, engordando más todavía la cuenta atribuible al “cuerpo” con consultas a psicólogos, psiquiatras, ansiolíticos y demás químicas llegando en los casos más extremos a perder la vida en el contexto de anorexias, bulimias, etc.
Hay sin embargo quien pueda pensar que algunas cosas están cambiando.
El conocido calendario Pirelli ha presentado en estos días su edición 2015 siendo ésta según los medios de comunicación la de un almanaque cargado de erotismo y sensualidad. En pleno siglo XXI volvemos a representar a la mujer como objeto sexual cargando aún más si cabe las tintas al vestirlas con latex.
No parecen haber aprendido la lección de la firma Victoria’s Secret.
Su campaña de lencería con supermodelos bajo el lema “Cuerpos perfectos” levantó las iras de tres estudiantes que, a través de las redes sociales consiguieron 25000 firmas de apoyo los cual obligó a la firma a repetir la campaña con “mujeres reales”.
Por ello, la firma Pirelli ha introducido entre las doce mujeres una de medidas generosas. Un gran cambio el introducir una sola mujer de medidas “normales” entre doce. Se diría que el prestigio de esta marca es tan alto que no le preocupa insultar la inteligencia de las personas normales y corrientes si cree que va a acallar las lógicas protestas de quienes consideramos es una pura perpetuación de los valores predominantes, aunque la hayan maquillado con una manita de modernidad.
Somos precisamente nosotros, mujeres y hombres quienes deberíamos protestar por este indigno y mercantilista tratamiento del cuerpo de las personas.
Si trabajamos porque queremos y necesitamos un nuevo modelo de construcción social deberemos fomentar otro tipo de valores e ideales en el ser humano manifestándonos desde la intolerancia, la denuncia, la educación en una no cooperación activa que tanto sufrimiento conlleva.